Los primeros asentamientos se remontan a un poblado túrdulo hallado en el llamado «castillo», a un kilómetro de la actual Pruna y al que denominaron Callet.
También llegaron a estas tierras los fenicios y los griegos, los cuales llamaron a la ciudad Pruna, de donde deriva su actual denominación. En la época romana, la ciudad fue anexionada al imperio romano en la primera etapa de la conquista de la península, integrándose en la provincia Ulterior.
Durante el periodo de Al-Andalus, fue una alquería dedicada a la agricultura y ganadería. Perteneció al reino de Sevilla. La conquista cristiana fue llevada a cabo por Alfonso X, que la cedería a la Orden de Calatrava. En el año 1457 fue cedida por Enrique IV a don Rodrigo de Rivera para que la defendiera de los ataques de los musulmanes. En estos años la ciudad pasaba de manos cristianas a musulmanas alternativamente.
En el año 1482 Pruna fue vendida a Rodrigo Ponce de León. Posteriormente pasaría sucesivamente al ducado de Arcos, en el siglo XVI (época en que le fue otorgado el rango de villa), y en el XVIII al ducado de Osuna. Durante la invasión francesa la ciudad fue incendiada.
En la Sierra Sur sevillana, Pruna es un destino ideal para el turismo rural. Destaca por su antiguo Castillo de Hierro en el cerro que históricamente ha protegido al municipio. También por sus hermosas calles de casas blancas, de las que sobresale la Iglesia de San Antonio Abad.
Siente la tranquilidad que te ofrece esta encantadora localidad a las faldas de la Sierra del Tablón. Respira el aire fresco de esta tierra a través de sus numerosas rutas. Goza de unas maravillosas vistas desde el mirador del Puerto de la Ventana, un punto único de la Sierra Sur. Y recorre las diferentes fuentes naturales del pueblo hasta que llegues a La Cascada de unos 30 metros de altura ubicada a un kilómetro.
Si eres amante de la naturaleza, su entorno privilegiado te conquistará. Cuenta con unos parajes naturales únicos, siendo el pico del Terril el punto más alto de la provincia de Sevilla. Una sierra conocida en el pasado por servir de guarida a los bandoleros y que es hoy, todo un atractivo turístico.
Pruna también te invita a degustar lo mejor de su gastronomía, elaborada siempre con el aceite de oliva de la cooperativa local. El plato más popular es la moraga de pimientos y, de postre, el anís o el pacharán que aquí se procesa de manera artesanal. El rosco de San Antón y la torta de bellota son los dulces más tradicionales.
En cuanto a sus fiestas, vive en mayo la romería de la Inmaculada Concepción, un evento muy esperado por sus vecinos. Al igual que la Feria de Agosto y el Festival Flamenco Villa de Pruna.
Si vas en coche desde Sevilla debes conducir por la autovía A-92 hasta la salida 41. Sigue por la carretera A-8125 en dirección Morón de la Frontera y cuando llegues a esta localidad toma la A-406 que enlazará con la A-363. En unos minutos estarás en tu destino.
Esta localidad no cuenta con estación de tren, pero puedes viajar en autobús desde la estación del Prado de San Sebastián en la capital andaluza. Las líneas de autobuses son las que se dirigen a Morón de la Frontera y hacen parada en Pruna.
Esta localidad es pequeña por lo que pasear por sus calles es una gozada. Puedes traer tu bicicleta y recorrer el pueblo. También tienes diferentes rutas y senderos en su entorno natural para hacerlos a pie o en bici.
Empieza tu visita en la Plaza de la Libertad, donde se alza la Iglesia de San Antonio Abad. Es un templo del siglo XVII en el que destacan las pinturas decorativas de su cúpula.
Sube ahora al cerro que custodia la villa y contempla los restos del Castillo de Hierro, declarado Bien de Interés Cultural. El acceso a este monumento lo tienes a un kilómetro del pueblo en la carretera A-363 Olvera-Pruna, justo a la altura de la Fuente del Pilarillo. Esta fuente es otro de los monumentos históricos de Pruna y, según la tradición, sus aguas proceden de un manantial bajo el castillo.
En el término municipal de Pruna vas a encontrar también otras fuentes con historia, como la Fuente del Molino Cegato, ubicada cerca de la finca de La Laina y del arroyo Salado. Es famosa por sus aguas curativas. La Fuente del Duque la encontrarás en dirección a Algámitas y debe su nombre al Duque de Osuna, quien fue el señor de estas tierras.
En esta zona verás la Ermita de la Pura y Limpia Concepción, más conocida como la Ermita del Navazo. Se construyó en 1968 para albergar a la Virgen Inmaculada en la romería pruneña, una festividad muy esperada por sus vecinos.
Continúa descubriendo el entorno natural de Pruna, bien a pie o en bicicleta. A un kilómetro de la localidad tienes La Cascada, de unos 30 metros de altura. También podrás encontrar el Pilar Lejos, utilizado antiguamente para lavar la ropa y de abrevadero para los animales. Y otro lugar con encanto es el Nacimiento, cuyas aguas sirven para regar las huertas y en el que hay un acueducto muy bien conservado.
Y para terminar tu ruta por la naturaleza de esta hermosa localidad de la Sierra Sur, contempla unas vistas únicas de esta comarca desde el mirador del puerto de la ventana.
Pruna dista 98 kilómetros de Sevilla capital y se ubica en la comarca de la Sierra Sur. Esta localidad está situada sobre una llanura rodeada de cerros y su término municipal limita con las provincias de Cádiz y Málaga. En Pruna se localiza el pico del Terril, máxima altitud de la provincia de Sevilla, con 1.129 metros y que se alta en la línea límite entre los términos de Pruna y Algámitas.